El proceso de conformación de los Comités Locales de Monitoreo Ambiental de dos tramos del Corredor Norte, Yucumo – Rurrenabaque y San Buenaventura – Ixiamas, se ha iniciado con el objetivo de contar con espacios y mecanismos de seguimiento y monitoreo ambiental, así contribuir a la toma de decisiones en diferentes niveles: locales, municipales, departamentales y nacional.
Se ha realizado la coordinación entre actores en dos momentos. Un primer momento realizado en La Paz a principios del mes de marzo, donde los convocados plantearon las bases organizativas para su conformación y un segundo, realizado en Rurrenabaque y San Buenaventura, a finales del mismo mes, con actores locales de cada uno de los Comités.
Los Comités Locales de Monitoreo Ambiental de los tramos del Corredor Norte: Yucumo – Rurrenabaque y San Buenaventura – Ixiamas, son instancias de monitoreo que se organizaron integrando a diferentes sectores de la sociedad civil y del Estado, se constituyen en fuentes de información socio-ambiental, control social y seguimiento a los impactos de obras de infraestructura desde lo local para el Estado y la sociedad civil.
Este proceso de monitoreo está siendo apoyado además con la participación del Instituto de Ecología de la UMSA. Para lograr obtener información sobre el papel de esta instancia académica en el proceso, les presentamos una entrevista realizada a Patricia Roncal, represente del Instituto.
¿Cómo se hace posible el diálogo de saberes?
Esto es algo absolutamente inédito o recientemente implementado por la academia; ya que en general, la Universidad acostumbra llevar su saber y formar o capacitar al resto, pero en esta ocasión, entendemos que estamos en un nuevo contexto social que exige entender que no solamente el saber de la ciencia es válido, sino que hay saberes que están dentro de las poblaciones locales, que se expresan en su diario hacer, en su experiencia, en su forma de producir, en su forma de interrelacionarse con la naturaleza, que son saberes fundamentales y que tradicionalmente no se los ha escuchado, no se los ha considerado como válidos, mas bien se los ha olvidado y se los ha tratado como saberes no sustanciales.
En esta ocasión, en función a esta nueva discusión y de las nuevas perspectivas que nos abre el contexto cultural y político, de un Estado también distinto, es que la Universidad comprende que éstos saberes son tan valiosos como los saberes de la ciencia y que hay que empezar a entablar un diálogo, para conseguir respuestas mucho más acertadas, mucho más eficientes para enfrentar la crisis ambiental.
¿Cuáles son los avances en la construcción de este mecanismo y estos indicadores?
Ya hemos elaborado un proceso conjunto, un proceso dialógico con las comunidades para identificar los impactos que deberían ser seguidos por el monitoreo.
Entonces lo que ahora hemos hecho es juntar dos miradas, tanto de las personas que habitan estos lugares como de las personas que están trabajando de la universidad, para establecer cuáles van a ser los impactos sobre los cuales se van a aplicar estos instrumentos de monitoreo, tanto en la construcción como en el funcionamiento. Entonces, desde la mirada de ambas partes, hemos conjuncionado y tenemos una cantidad de impactos para ser seguidos en la construcción y en el funcionamiento. La segunda etapa va a ser la elaboración de indicadores para poder establecer si estos impactos están siendo controlados o no a través de las medidas de mitigación que se apliquen durante la construcción, estaremos elaborando medidas de mitigación y algunos indicadores de apoyo para la etapa de funcionamiento, que nos permitan establecer el control sobre los mismos a través de la aplicación de ciertas medidas de mitigación, pero para aplicar estas en la etapa de funcionamiento hay que hacer un análisis de la viabilidad, porque hay ciertas ausencias normativas ya que no se prevé monitoreo, control ni seguimiento para la etapa de funcionamiento de funcionamiento de carreteras.
Por lo tanto la segunda etapa es elaborar indicadores que también van a ser realizados conjuntamente y en la última etapa elaboraremos la estrategia de monitoreo que nos dirá quiénes aplican, en qué momento se aplica, cuál es la información que se requiere para aplicar estos indicadores, cuáles son los mecanismos y cuáles son los tiempos también. Entonces esa es la última etapa y esa estrategia será consensuada y luego habrán nuevos momentos de diálogo para poder establecer un cierto proceso formativo que nos permita verdaderamente aplicar estos instrumentos a través del comité local.
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